Ya hemos retornado a Chile a recoger nuestro camión y
proseguir el viaje.
Tras el larguísimo vuelo desde Madrid a Santiago y de allí a Arica, 16 horas en total, por fin hemos vuelto a ver a nuestro Ximielga. Allí estaba esperándonos en casa de nuestros amigos a quienes tenemos que agradecer el sitio para dejarlo aparcado.
Lo hemos encontrado muy sucio pero bien. Baterías descargadas y otros detalles lógicos después de casi siete meses parado, pero ya está en marcha todo de nuevo.
Antes de salir a la carrterea estamos solucionando algunos problemas que
quedaron pendientes por falta de las piezas
que hemos traído con nosotros.
También cambiaremos los vidrios de las ventanas que los
pasos a gran altura habían hecho estallar. Los nuevos vidrios nos esperaban ya
en Arica y nos hemos puesto manos a la obra.
No está resultando una tarea fácil, pero ya le hemos cogido
el truco y enseguida los tendremos cambiados.
El resto de las cosas que debemos hacer, las vamos
intercalando con la operación de los cristales y algunas menos importantes se
quedarán para hacer sobre la marcha.
Nuestro plan es entrar en Perú y atravesar desde Tacna a
Arequipa, Juliaca y por la carretera que lleva a Cuzco llegar hasta el cruce de
la llamada Transamazónica que por Puerto Maldonado nos llevará hasta Asís en
donde está la frontera de entrada a Brasil que es el país al que dedicaremos
los próximos meses.
¡La ventura empieza de nuevo!
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